
Nadie nos enseña a ser maestro, y así lo menciona Esteven en la lectura, tenemos que aprender nosotros mismos, por ensayo y error. Al inicio como docente te invade el miedo y la inseguridad de estar frente a un grupo de alumnos inquietos y desafiantes, donde tienes que aparentar que todo esta bajo control.
Ya han pasado nueve años en el que me forme como docente, y a través de estos años, día a día va uno corrigiendo errores y aprendiendo de esta excelente labor, en la cual posees la libertad de expresar lo que sientes, de ser útil a los demás y aprender a ser humilde.
El ser docente te permite experimentar gran cantidad de emociones, que te hacen vibrar y sentir que estas vivo.
El que te llamen MAESTRO es un alago y todos los que estamos en este camino, debemos de sentirnos orgullosos, ya que además de trasmitir conocimientos, tenemos vivencias inolvidables con cada uno de nuestros alumnos.
A leer esta lectura de José M. Esteve me conforta gratamente, ya que detalla exactamente lo que siente, piensa, sufre, alegra y vive un docente.
Ya han pasado nueve años en el que me forme como docente, y a través de estos años, día a día va uno corrigiendo errores y aprendiendo de esta excelente labor, en la cual posees la libertad de expresar lo que sientes, de ser útil a los demás y aprender a ser humilde.
El ser docente te permite experimentar gran cantidad de emociones, que te hacen vibrar y sentir que estas vivo.
El que te llamen MAESTRO es un alago y todos los que estamos en este camino, debemos de sentirnos orgullosos, ya que además de trasmitir conocimientos, tenemos vivencias inolvidables con cada uno de nuestros alumnos.
A leer esta lectura de José M. Esteve me conforta gratamente, ya que detalla exactamente lo que siente, piensa, sufre, alegra y vive un docente.

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